"Cesar Manrique estaba presente en mi niñez. Mi padre era albañil y trabajaba para él: a veces aparecía por mi casa, se tomaba el café y se sentaba y hablaba... tenía algún don.. en como dedicaba el tiempo, a parte de ser artista, tenía algo."
La conexión que Marga tiene con César y su legado es una sensación que aparece de inmediato, y coge forma, sentido y intensidad con el desarrollo de la conversación, que nunca separa de verdad la vida de esta artista de la moda, de la inspiración que respiró desde pequeña.
Su taller luminoso y amplio transmite algo de su proceso creativo y al mismo tiempo del cuidado y la precisión que la acompaña hasta cumplir.
"Siento que comulgo totalmente con César en el cuidado por la naturaleza. Siempre me interesó el tema de Medio Ambiente.
Yo intento ver la belleza en aquellas cosas, aquellos objetos que para los demás ya no tienen utilidad... para mí es un reto."
Marga nos enseña sus colecciones de manteles -salva peces- hechos con catálogos de tapicerías de sofá: los ha puestos en la mesa, enfrente al publico de su último desfile de moda. El tema del plástico del que estamos llenando el mar fue la inspiración. Cada mantel tiene el nombre de un tipo de pez, y nos contó que al mismo tiempo las modelos tenían en la cara un antifaz, un velo a modo de viuda de luto.
"Independientemente de César el cambio iba a llegar. Con unos centros turísticos maravillosos o sin ellos, el cambio iba a llegar. Y de la vida que tenía mis abuelos y mi madre a la mía hay un cambio increíble.
El cambio ha sido brutal y ha sido en este siglo, sobre todo para las mujeres."
Hablar con Marga es tan interesante porque sientes en sus palabras la posibilidad de materializar a través del arte y de la artesanía ideas profundas y potenciar así una nueva cultura y una visión del mundo que se hace cada día mas indispensable.
¡Gracias de corazón!
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